En un mundo que constantemente zumba con notificaciones, plazos y distracciones digitales, es fácil sentirse abrumado, ansioso o emocionalmente agotado. Pero, ¿y si el antídoto para nuestro desorden mental estuviera justo fuera de nuestra puerta principal?

La exposición a la naturaleza está vinculada a niveles más bajos de estrés, ansiedad y depresión. Estar en entornos naturales ayuda a regular el estado de ánimo y a reducir los sentimientos de fatiga mental y agotamiento emocional.
Por ello La naturaleza ofrece una sensación de escape de los factores estresantes diarios, ofreciendo calma y claridad.
¿Qué dice la ciencia sobre la conexión entre la naturaleza y el bienestar?
Según estudios científicos el tiempo en espacios verdes se correlaciona con niveles reducidos de la hormona del estrés cortisol.
Un estudio de Frontiers in Psychology (2020) encontró que solo 10-20 minutos al día en la naturaleza reducen significativamente la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Las resonancias magnéticas muestran una disminución de la actividad en la corteza prefrontal subgenual del cerebro, que está relacionada con la rumia (pensamiento excesivo), después de un tiempo en la naturaleza (estudio de Stanford).
La naturaleza mejora la memoria de trabajo y la atención, especialmente en niños y adultos con TDAH.
Otras investigaciones han demostrado que la práctica japonesa del shinrin-yoku (baño en el bosque) aumenta la inmunidad y reduce la ansiedad.
La exposición a la luz natural ayuda a regular los ritmos circadianos, mejorando el sueño y el estado de ánimo.
Más que nunca, la gente está redescubriendo el poder tranquilo de la naturaleza, no solo como un telón de fondo escénico, sino como una herramienta vital para el bienestar mental. Ya sea la calma de un sendero forestal, el ritmo de las olas del océano o el susurro de las hojas en un parque de la ciudad, la naturaleza ofrece algo profundamente curativo. Nos ralentiza, nos fundamenta en el presente y nos recuerda que somos parte de algo más grande.
La ciencia también respalda esto. Se ha demostrado que el tiempo en espacios verdes reduce el estrés, eleva nuestro estado de ánimo e incluso reconfigura el cerebro de maneras que apoyan la concentración y el equilibrio emocional.
Y te preguntarás : ¿Cuáles son los beneficios emocionales y psicológicos de pasar tiempo en la naturaleza?
Mayor felicidad y creatividad: La naturaleza aumenta la dopamina y las endorfinas a la vez que mejora la autoestima, especialmente después de caminar o hacer ejercicio al aire libre.
Mayor sentido de conexión y propósito: Sentirse parte de algo más grande que uno mismo.
La naturaleza puede desencadenar el asombro, que se ha relacionado con la generosidad y el enfoque reducido en el materialismo o el estrés.
¿Cómo puede la gente incorporar más naturaleza en su vida diaria, incluso en ciudades o rutinas ocupadas?
Algunos consejos prácticos que te recomiendo son practicar o establecer gradualmente una rutina de micro dosis de la naturaleza: Incluso los paseos de 10 minutos, sentarse en un parque o mirar los árboles ayudan.
Naturaleza urbana: Utiliza espacios verdes locales, jardines comunitarios, calles arboladas o balcones con plantas.
Lleva la naturaleza al interior: Las plantas de interior, la luz natural y la decoración inspirada en la naturaleza pueden imitar los efectos calmantes de los entornos al aire libre.
Puedes también utilizar la tecnología intencionalmente: aplicaciones de sonido de la naturaleza, caminatas virtuales o vídeos digitales del bosque como "descansos verdes" durante la jornada laboral.
Comienza o termina tu día al aire libre: un breve paseo al amanecer o al atardecer, conexión a tierra descalza en la hierba, etc. ( conocido también como earthing o grounding ( de los cuales estaremos hablando en otra publicación)
Algunas experiencias o historias personales que destacan el impacto de la naturaleza en la salud mental?
Temas comunes en historias anecdóticas:
Muchas personas describen cómo el senderismo, el camping o la jardinería les ayudaron a controlar la ansiedad, el dolor o la depresión. Algunos atribuyen a las caminatas diarias por la naturaleza una gran sensación de bienestar durante los períodos de alto estrés
Además, los entornos forestales a menudo se asocian con avances en la creatividad o la claridad emocional.
En lo personal me encanta compartir tiempo con la naturaleza; una caminata al aire libre, recibir el sol en las mañanas y sus beneficios, practicar hiking o senderismo y muchas otras actividades al aire libre pero recuerda que lo importante y mas aun si aun no estás familiarizado con este estilo de vida es dar el primer paso. “Moverse es mejor que nada”.
Gracias por leerme hasta aquí y espero que hayas disfrutado de esta pequeña introducción y si es así te espero en futuras publicaciones donde seguiré compartiendo ideas, información y experiencias.
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